Se llama cambio climático a la modificación
del clima con respecto al historial climático a una escala global o
regional. Tales cambios se producen generalmente por la actividad del ser
humano.
El Efecto Invernadero es un fenómeno natural en el cuál
la radiación de calor de la superficie de la Tierra, es absorbida por los gases
de la atmósfera y es reemitida en todas direcciones, lo que resulta en un
aumento de la temperatura superficial. Los gases más eficientes en absorber el
calor se llaman gases de efecto invernadero, entre ellos está el CO2.
La actividad humana ha contribuido significativamente a este
aumento de gases de invernadero. Diferentes actividades como la industria, la
quema de combustibles fósiles, la tala y quema de bosques y la ampliación de
centros urbanos mediante la deforestación, liberan dióxido de carbono causando
una absorción mayor del calor y, por lo tanto, un calentamiento global.
Los impactos del cambio climático ya son
perceptibles, y quedan puestos en evidencia por datos como:
- El aumento de la temperatura global de 0,85 ºC, el mayor de
la historia de la humanidad.
- La subida del nivel del mar.
- El progresivo deshielo de las masas glaciares, como el
Ártico.
- Los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y
huracanes.
- Las sequías.
Pero hoy también podemos ver los impactos económicos y
sociales, que serán cada vez más graves, como:
- Daños en las cosechas y en la producción alimentaria.
- Los riesgos en la salud.
La solución es una revolución energética que
transforme el sistema hacia las energías renovables, la eficiencia energética y
la inteligencia. El desarrollo de estas energías será una fuente de empleo y
reducirá los costes de la electricidad.
Tenemos que exigir a los gobiernos que asuman políticas
climáticas y energéticas que nos mantengan lejos del aumento de la temperatura
de 2ºC. Debemos exigir a las grandes empresas emisoras de gases de
efecto invernadero responsabilidad. Y debemos exigir a los gobiernos que
aprueben un marco jurídico para que los inversores desarrollen energías
renovables con seguridad, que acabe con las emisiones de gases de efecto
invernadero.
En este sentido ya se han dado algunos pasos. En 1997, en la
ciudad japonesa de Kioto, tuvo lugar una reunión en la que políticos de todo el
mundo estudiaron un informe sobre el clima. En él se destacó que las
temperaturas estaban subiendo en todo el planeta como consecuencia de la presencia
en la atmósfera de algunos gases producidos por la actividad industrial. Los políticos
llegaron a un acuerdo para reducir la emisión de esto gases. La propuesta,
llamada Protocolo de Kioto, entró en vigor a finales de 2004. A partir de
febrero de 2005, la humanidad contamina menos y nuestro mundo está más limpio.
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